Hoy es viernes, con lo que prefiero dejar los comentarios profundos y las propuestas de trabajo para la semana que viene, después de asimilar durante el fin de semana todas las novedades de esta...Por lo tanto, quiero proponeros un tema un poco más "light" pero no menos importante. ¿Como ha cambiado el acceso masivo del usuario a Tecnología la etiqueta y protocolo en los negocios? ¿Siguen siendo importantes las formas?
Aunque les parezca mentira a los externos a nuestro mundo, los que trabajamos y vivimos de Tecnología pasamos horas en reuniones y en interacciones con otras personas. Estas ocasiones de interacción se han visto tremendamente amplificadas con el uso intensivo del correo, y no digamos con la participación permanente en las redes sociales. ¿Siguen funcionando en nuestro mundo las reglas básicas de lo que nuestros abuelos llamaban "urbanidad"? Es decir, el cásico "niña, ¡saluda!","niño, ¡da las gracias!...Mi teoria es que SI, y no solo eso si no que es imprescindible en un mundo donde se tiende al individualismo y donde la expresión más o menos escrita está sustituyendo a la oral.
Por lo tanto, en mi afán de hacer de Tecnología un área más humana y ponerla de verdad al servicio del hombre, se me ocurre proponeros las siguientes tareas:
- Antes de empezar cualquier comunicación (y hasta te diria, cualquier actividad diaria), saluda, da los buenos días, interesate (de verdad) por las preocupaciones, alegrías y penas de tu compañero de fatigas. Es impresionante el valor empresarial de un humilde "hola, ¿como estás?"
- Arranca la actividad (ya sea una reunión, un e-mail o una contribución a tu red social favorita) explicando el objetivo de por qué te pones en contacto con ellos y que estás dispuesto a colaborar para resolver el conflicto (si lo hay), proponer una nueva mejora o simplemente comunicar una noticia que te parece puede beneficiar al destinatario.
- Si estás en una reunión o en una conversación profesional con un colega, aparca el móvil, la tablet y el correo. Por urgente que sea, en este momento tienes una tarea primordial entre manos, asistir (o dirigir) una reunión para conseguir un determinado fin. El resto de asistentes te están dedicando su tiempo y energias, con lo que estás obligado a hacer lo mismo.
- Si estás esperando una llamada importante, es decir, un cierre de una operación en un cliente, una resolución de un conflicto o la respuesta a un problema familiar grave, adviértelo antes de comenzar la reunión; asi, se entenderá que de vez en cuando mires a tu dispositivo y que si efectivamente, recibes la llamada te ausentes.
- Si es una reunión, propón una agenda de antemano con una duración determinada, para no sorprender a los asisentes y convoca de forma visible a todos los que necesitas que asistan, asi nadie se verá sorprendido en su buena fe, y procura que estén solo los que estén directamente involucrados en el tema. Eso, ya no es solo una regla de cortesía frente a todos, si no que es un imprescindible de productividad.
- Cuando termines la actividad con la otra persona, ya sea reunión o correo, en la que has pedido asistencia (y te la han dado), ya sea en forma de asistencia o de acceder a recibirte, da las gracias. De esta forma, dejarás rastro de que la otra persona es importante para tí, y te permitirá seguir la actividad desde el punto anterior.
- No hables mal, ni critiques, ni siquiera te explayes con tu colega sobre los resultados de una reunión hasta que no estés fuera. ¡¡Las paredes oyen, y en estos días, hasta hablan!!
- Si respondes a un correo o participas en una red, no utilices lenguaje, o expresiones que puedan ser ofensivas a la otra persona. Todo se puede defender con elegancia, sin necesidad de acudir al " y tu más...".
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