viernes, 8 de junio de 2012

Pedro sobre las aguas o el espíritu emprendedor








Me llama la atención en el área de TI la cantidad de empresas pequeñas y autónomos que están abordando su proyecto empresarial tras terminar un periodo más o menos estable en una empresa del sector y haber ofrecido durante años un determinado servicio. Es cierto que una de las salidas que estamos viendo a la crisis tan tremenda en la que estamos es la posibilidad de crear nuestro propio negocio. Por esta razón tanto el Gobierno como los Ayuntamientos como las Comunidades Autónomas están haciendo todo lo posible para fomentar la mentalidad emprendedora entre todos aquellos que estamos en edad y condiciones de trabajar.

Esto evidentemente, reduciría las cifras del paro, pero sobre todo iría con el tiempo creando un tejido empresarial competitivo y sólido, de manera equivalente al que existen en otros países europeos y desde luego en Estados Unidos. Ahora bien,  ¿es suficiente la voluntad de emprender y las ayudas (sobre todo económicas) para hacerlo? A mi modo de ver no; a menos que haya una formación, experiencia y sobre todo un entusiasmo sobre el proyecto que vamos a acometer es prácticamente imposible.

Me ha llegado una noticia de un servicio, cuanto menos curioso...Un coaching, dirigido a emprendedores, a los que se les ayuda como primera providencia a identificar aquella área que le apasione especialmente, ya que solo con una pasión desmedida se puede hacer frente a la incertidumbre, espíritu de sacrificio y constancia, que exige la actitud emprendedora.  Yo en estos años, he descubierto algunos de los rasgos que pueden estar detrás de una actitud emprendedora, y que quizá estén muy lejos de las recetas de escuela de negocio. ¡Ojo! Es fundamental conocer el mercado, identificar el nicho de negocio, hacer una planificación económica y de recursos adecuada, asi como hacer conocer a nuestros potenciales clientes el servicio que ofrecemos, pero esto no es suficiente.

Las empresas pequeñas que he visto de éxito comparten algunos de estos principios:

  • Convicción que lo que se quiere, casi siempre honradamente, se puede.
  • Capacidad de trabajar con otros y para otros. Si no hay una auténtica voluntad de servicio es dificil sacar un negocio adelante.
  • Generosidad a raudales, como la forma más eficaz de crear un equipo competente y comprometido.
  • Claridad en los objetivos, planes y metas que se quieren conseguir. Mientras emprendemos, estamos contínuamente manteniendo el equilibrio como el niño que aprende a montar en bici, con lo que si dudamos de hacia donde vamos es probable que nos acabemos cayendo.
  • Fidelidad a los propios principios que constituye al ser humano como la honestidad y el espíritu de verdad. Al final, de lo que se trata es de hacer un servicio por el que vamos a cobrar un dinero y esto requiere ser tremendamente exigente con uno mismo para poderlo ser con los demás.
  • Confianza total en uno mismo, en sus capacidades y en la posibilidad de superar nuestras limitaciones, que son casi tantas como nuestras capacidades.
Al final, lo que me llama la atención del párrafo del Evangelio de Pedro sobre las aguas, no es que el apostol anduviera...¡¡Es que dudara de que lo que estaba haciendo era imposible!!! Buen fin de semana!!!

miércoles, 6 de junio de 2012

Yo virtualizo, tu virtualizas, el virtualiza...
















Ayer tuvo lugar en Madrid el VMWARE Forum, que como todos los años atrajo a gran catidad de público, expositores y periodistas para analizar y presentar las ventajas técnicas y empresariales de estas tecnologías. Aunque el contenido este año fue mucho más técnico que el año pasado, que se centró más en las ventajas que para el negocio supone la virtualización, no me ha quedado más remedio que pensar que qué tiene un concepto técnico profundo como la capacidad de sobre una determinada arquitectura física crear otra para levantar las pasiones que levanta.

En este punto, he recordado mi primer encuentro con una "máquina virtual" cuando en el espacio de sistema operativo de MVS se creaba otro espacio completo desde el sistema operativo hasta las conexiones de redes y la creación de unidades de almacenamiento. Fue precisamente en una "máquina virtual" y nada menos que de un mainframe donde instalé mi primer UNIX cuando era poco más que un experimento de estudiantes y se estaba buscando apoyos en Europa para dotarlo de aplicaciones capaces de llegar a la gestión de las empresas.

Mucho ha llovido desde entonces. Unix evidentemente en sus múltiples versiones se ha consolidado como un sistema operativo capaz de soportar la mayoría de las aplicaciones empresariales y el concepto de "máquina virtual" ha trascendido desde el entorno de la Técnica de Sistemas al mundo empresarial.

Ahora bien, ¿que ha pasado? Pues sencillamente que se ha demostrado que el tener una arquitectura paralela a la real, sin necesidad de compra adicional de hardware y sin tener que pasar por los filtros de aprovisionamiento de las organizaciones, ha sido capaz de agilizar la operación de los departamentos de TI, dotándole al usuario de la capacidad suficiente para conseguir el espacio extra que necesita para un determinado desarrollo o descargando la aplicación necesaria para una campaña nueva de marketing.

En este entorno VMWARE es el referente, siendo una de las cuatro empresas que se citó hace unos años que quedaría cuando termine todo el proceso de compras, fusiones y adquisiciones que está apareciendo cada día.

Ahora bien, virtualizar, sigue sin ser un proceso obvio (como no lo era en la etapa de los mainframes) y presenta una serie de dificultades a las que las empresas de servicios tecnológicos deben responder:

  • Formación, no solo respondiendo a "como se virtualiza" si no "para qué" se virtualiza. Una vez más, la oferta de cursos referentes a soluciones de virtualización es muy amplia, no así la propia de Técnica de Sistemas que pueda permitir a los nuevos CIO's abordar esta tecnología como una decisión crítica de su trabajo.
  • Gestión del entorno virtualizado: Al tener los usuarios la capacidad de crear las máquinas virtuales que necesiten para desempeñar su función, la tarea de gestión es fundamental ya que se crea un entorno facilmente degradable.
  • Gestión de la Seguridad,  ya que ninguna empresa se puede permitir el lujo de dejar brechas en un seguridad por adoptar una tecnología que probablemente sea más barata que la compra de equipamiento extra pero que de cualquier forma hay que gestionar e incorporar en el plan de Seguridad.
  • Gestión del Rendimiento: ¿Qué pasa si nuestro entorno virtual se gestiona adecuadamente pero se le somete a tales controles que se ralentiza la operación? Esta es una parte clave.
Por lo tanto, en este mundo de incertidumbre en el que nos encontramos, bienvenidos los que han sido capaces de romper las paredes de los CPD's para tener a literalmente de capitán a paje conjugando el verbo "virtualizar"..."Yo virtualizo, tu virtualizas, el virtualiza...".