miércoles, 20 de febrero de 2013

E-Commerce Global, Escaparate Internacional

Una de las tendencias más apasionantes que nos está trayendo el comercio electrónico es la posibilidad de llegar a mercados que de otra forma hubiera sido impensable para el empresario medio.
El mundo está literalmente a un "click" y desde nuestro puesto de trabajo o mientras cenamos en un restaurante podemos hacer cosas tan variopintas como cerrar un acuerdo con un cliente, hacer la compra o seleccionar el campamento de verano que se adapte más a los gustos, aficiones y entorno de nuestros hijos y al presupuesto de sus sufridos padres.
Las oportunidades son inmensas y al igual que en otras etapas de la Historia, hace falta una dosis grande de imaginación y pragmatismo para
convertir estas oportunidades en un beneficio real.
Una de las cosas que me está llamando la atención es que a pesar de que el mercado es global y que ya prácticamente no hay ninguna empresa sin su correspondiente sitio Web éstas se han diseñado con mentalidad totalmente local, en el idioma local, haciendo referencia a los clientes y legislaciones locales y utilizando sistemas de compra y promoción totalmente locales. Todo lo más existe la pestaña correspondiente para ofrecer el mismo contenido en dos idiomas.
...Y yo pregunto, ¿es esto suficiente? ¿Podemos conformarnos con que el potencial cliente se haga una somera idea de nuestro producto o servicio consultando nuestra Web y adaptándose a nuestra forma de vender? ¿No es más sensato que el vendedor se adapte al consumidor? Pero este parece un proceso complejo. Investigando, he encontrado las siguientes dificultades que querría compartir con vosotros:


  • Selección de los mercados objetivo, exactamente igual que en cualquier otro negocio, a dónde y como queremos llegar.
  • Acceso a grupos locales de opinión y de interés en las redes sociales para fomentar la participación y el interés del potencial cliente en el producto a vender.
  • Identificación de los cauces más rentables y los sitios más populares para promocionar el producto o servicio.
  • Identificación de los colores, formatos y medios de interacción con el cliente que mejoren y potencien la experiencia local de usuario.
  • Adaptación a aspectos locales tales como idioma, moneda forma habitual de contacto y legislación local en cuanto al producto o servicio a vender.
Solamente al final del proceso, tiene sentido la traducción del sitio Web. Este proceso, como veis, está muy poco automatizado y tiene una carga altamente artesanal. A mi me gustaría conocer, y asi os lo pregunto en la encuesta adjunta, ¿quieres globalizar tu negocio? ¿con qué retos de encuentras? ¡Muchas gracias y espero poder ayudaros pronto a resolver estos problemas!

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