viernes, 3 de mayo de 2013

¿Puede sobrevivir una empresa sin un marco ético? El estilo por encima de la marca




Aprovechando este largo puente en Madrid donde el trabajo o la ausencia de él ha ocupado una gran parte de las noticias, he tenido ocasión de reflexionar sobre un tema que va más allá de la disponibillidad de las herramientas tecnológicas suficientes para hacer frente a casos de fraude. Hace un par de semanas se anunció la sanción que había impuesto la  Security Exchange Commision (SEC) a la empresa Ralph Lauren por un problema de fraude entre sus empleados argentinos. La reacción de los directivos de la empresa fue inmediata ofreciendo su pronta colaboración a los representantes de la SEC el acceso a todos los datos disponibles, con lo que rápidamente se identificó a los culpables, que parece ser que eran los responsables de la marca en Argentina, quienes habían entrado en un delito de soborno frente a las autoridades del país.

En estos momentos Ralph Lauren está reconsiderando su posición en Argentina y reforzando todos sus circuitos internos de control y prevención de fraude.

Esto nos trae a una nueva reflexión, más allá de los procedimientos normativos sobre los que hacer frente ante un caso de posible fraude y una vez puestos en marcha los circuitos correspondientes, ¿son estos suficientes para garantizar la transparencia y la seguridad de las organizaciones? Durante años se ha obviado la formación ética y en humanidades por considerarlo trasnochado y poco relevante; sin embargo, la situación actual en la que hay una gran mayoría que desconoce lo que está bien y lo que está mal es lo que nos está trayendo a la presente situación. Algunos de los aspectos que me gustaría compartir con vosotros serían:

  • ¿Hay una formación en valores en vuestras organizaciones, de tal manera que el código ético y de comportamiento sea conocido y compartido por todos?
  • ¿Hay un procedimiento claro de identificar conductas fraudulentas internas y de actuar conforme a ellas?
  • ¿Dispone el áre de Recursos Humanos de herramientas suficientes para actuar en caso de fraude y mala conducta interna, más allá de la sanción?
  • Hasta que punto ¿son los directivos referentes éticos y morales que en un momento dado puedan alertar sobre una mala conducta y resolverla de manera eficaz y guardando la confidencialidad debida a la situación?
Sinceramente, creo que el formar parte del área directiva de una empresa es no solo un honor si no una responsabilidad que debemos saber afrontar. Os invito a reflexionar sobre el caso y contribuir con vuestras aportaciones, asi como ofreceros el interesante grupo de LinkedIn SCCE (Society of Corporate Compliance and Ethics) donde seguro que encontrareis orientación para desarrollar nuestras obligaciones de la mejor manera posible. ¿O hay otra forma de ser persona? ¡Muchas gracias y espero vuestros comentarios!

P.S.: Si tenéis curiosidad sobre el desarrollo de Ralph Lauren en Argentina consultad el enlace que os adjunto. ¡Muchas gracias!

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